“America does not at the
moment have a functioning democracy,”
Jimmy
Carter
Oscar A.
Fernández O.
Los más
grandes proveedores de la violencia en el mundo se presentan como los
más grandes consignatarios de los “derechos humanos” en el
mundo. Ni una palabra sobre las consecuencias reales de un ataque. La
administración Obama promete implícitamente al pueblo
estadounidense que sólo sirios sangrarán en esta nueva "guerra".
Con esta promesa esperan que el pueblo no se levante contra un
gobierno que comete crímenes de guerra en su nombre.
El gobierno
sirio recibió una solicitud formal de Naciones Unidas el sábado 24
de agosto para permitir el acceso de un equipo de inspectores a los
suburbios de Damasco, para determinar si se habían utilizado armas
químicas. El gobierno sirio concedió el permiso al día siguiente,
domingo 25 de agosto. (Brian Becker)
Funcionarios
de la administración Obama declararon de inmediato que las
inspecciones ya no importaban porque el gobierno sirio había
retrasado el acceso de los inspectores de armas de la ONU al sitio.
De hecho, altos funcionarios de Estados Unidos llamaron al Secretario
General de la ONU, Ban Ki -Moon, el 25 de agosto (cuando Siria acordó
que los inspectores podían hacer la visita) exigiéndole que
cancelara las inspecciones de armas porque ya "no tenían
sentido" (Wall Street Journal, 26 de
agosto 26)
Después
de meses de campaña sistemática de intoxicación informativa y
manipulación mediática, encaminada a presentar una imagen criminal
del gobierno del partido Baaz y a los terroristas islamistas como
cándidos opositores, las últimas declaraciones de representantes
del gobierno de EEUU apuntan a un próximo ataque contra Siria por
parte de una alianza de países imperialistas, pese al veto de Rusia
en el Consejo de Seguridad de la ONU.
Tanto
la Coalición Nacional Siria (CNS), como el Ejército Sirio Libre
(ESL), nacieron fuera del país y están conformados en sus
direcciones, mayoritariamente, por sirios que no vivían en Siria,
miembros de Organizaciones No gubernamentales y Fundaciones ligadas
a los servicios de Inteligencia tanto de Estados Unidos como de
otros países, como se ha demostrado en varias ocasiones. La “tropa”
está formada- en una mayoría- por mercenarios de Al Qaeda
nada menos que bajo control de la OTAN. Lo cual es fácilmente
comprobable.
El
secretario de Estado, John Kerry, salió ante la prensa para desvelar
parte de la información que la Inteligencia estadounidense (CIA)
dice que maneja y que según la cual Damasco ha empleado en numerosas
ocasiones armas químicas, la última la semana pasada. "Sabemos
que el régimen de Bashar al Asad tiene el programa de armas químicas
más grande de Oriente Medio y sabemos que las ha utilizado contra su
propia gente", enfatizó el jefe de la diplomacia
estadounidense, que acusó al "matón y asesino" Al Asad de
cometer "crímenes
contra la humanidad" (publico.es
30 de agosto de 2013)
Con
el fin de consolidar su poderío militar y económico, la maquinaria
bélica imperial, personificada en los gobiernos de los EE. UU,
Inglaterra y demás miembros de la OTAN, están llevando al mundo
nuevamente al peligroso desfiladero de la guerra.
Según
el «Plan Nuevo Medio Oriente»: la idea es atomizar esas
sociedades, en sectas, etnias, cultos y tribus enfrentándolas entre
sí para facilitar su dominio en la región y avanzar en el cerco de
Rusia, China e Irán, potencias que, aun con sus diferencias y
límites, constituyen un escollo a los planes de dominación
mundial de las grandes corporaciones internacionales.
"Las
armas químicas usadas en Siria amenazan la seguridad nacional de
Estados y de aliados como Israel, Turquía y Jordania”, dijo por su
parte el presidente Barack Obama en una breve intervención posterior
a la realizada por Kerry. El mandatario aseguró que aún no ha
tomado una decisión pero confirmó que está considerando una
acción militar "limitada".
Sin embargo,
el Washington Times (www.washingtontimes.com
) publica el 6 de mayo de este año: “El
testimonio de las víctimas sugiere que fueron los rebeldes, no el
gobierno sirio, que utiliza gas nervioso sarín en un reciente
incidente en la nación azotada por la revolución, dijo un alto
diplomático de la ONU el lunes”
Sin embargo,
Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Turquía, Jordania e Israel,
por poner sólo algunos ejemplos, han dejado ya bien clara su
intención de agredir militarmente a Siria, independientemente de las
decisiones que pueda adoptar a tal efecto el Consejo de Seguridad de
la ONU, lo que simplemente supone la confirmación de las actividades
parcialmente encubiertas, que vienen realizando en los meses pasados,
proporcionando entrenamiento, armamento y cobertura política a los
inocentes “opositores”.
La
falsedad se pone otra vez a la orden del día: el supuesto uso de
armas químicas por parte del gobierno de Al Assad nos recuerda
a aquella denuncia de la existencia de un arsenal de armas de
destrucción masiva en Irak que nunca fue encontrado por que no
existía, pero sirvió de pretexto para invadir ese país y saquear
sus producción petrolera, destruyendo la vida de cientos de miles
de personas, la casi totalidad de la infraestructura nacional y
hasta los preciados bienes culturales, patrimonio de la
humanidad, en ese país que aun hoy, como Afganistán, sigue ocupado.
Estados
Unidos, abandera una intervención que viola una vez más, hasta el
más mínimo vestigio de legalidad internacional, si es que algo
queda después de esta monstruosidad, apoyada por la previa labor
terrorista desestabilizadora de mercenarios, que se
fundamenta en los propósitos de la “doctrina del shock”.
Extendiendo
una guerra que podría tener consecuencias regionales y mundiales
devastadoras, la administración Obama se está inmiscuyendo en un
juego peligroso. Los Estados Unidos y Siria son miembros de Naciones
Unidas y signatarios de los Estatutos de la ONU que establecen como
ilegal que un país miembro ataque a otro, salvo en el caso de
defensa legítima.
Los cálculos
de la administración Obama sobre por qué puede y debe bombardear
Siria no se basan en la idea de la "legalidad", sino en el
poder y sólo en el poder. Piensan que Siria es tan pequeña y
vulnerable que no será capaz de defenderse o de tomar represalias
contra objetivos estadounidenses. Mientras, los
grandes buques de desembarco rusos Minsk y Novocherkassk zarparon
este martes rumbo al mar Mediterráneo, anunció el Ministerio de
Defensa ruso. Los buques de asalto anfibio rusos "llegarán a la
zona asignada el 5 o el 6 de septiembre tras pasar por los estrechos
(Bósforo y Dardanelos) y realizarán sus tareas según el plan del
mando operativo emplazado a bordo del buque antisubmarino Almirante
Panteléyev",
explicó el ministerio, citado por la agencia rusa Itar-Tass.
Esperemos,
para ver si finalmente se aplica la razón y la cordura, y los
norteamericanos junto a sus aliados, se resignan a reconocer que el
régimen sirio tiene el apoyo mayoritario del pueblo o por el
contrario, se imponen las acciones bélicas. De ser ésta la vía,
quizás sería la guerra más impopular de la historia de los Estados
Unidos y Barack Obama debería de devolver su medalla de premio Nobel
de la Paz, siendo el presidente norteamericano que más guerras
mantuvo e inició bajo su administración, con el acompañamiento de
los belicistas que controlan el Congreso. Según
el último sondeo de Reuters (24.08.13), el 60% de los
estadounidenses, a pesar de las semanas de propaganda de Washington y
el seguidismo de los medios de comunicación corporativos, se opone a
una guerra de EE.UU. en Siria. Sólo el 9% ciento está a favor de
que EE.UU. lance un ataque.
Si ya se
condenó al Estado Sirio y hay que aniquilarlo, ¿quién pagará en
Occidente los asesinatos de lesa humanidad cometidos otra vez en
“defensa de los derechos humanos”?
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